Por José Martín
Poza Rica, Ver.- Una barda perimetral está por colapsar y cuatro salones más presentan cuarteaduras en los techos y pisos que ponen en riesgo la vida a un promedio de 120 alumnos y las maestras de la escuela primaria estatal Francisco I. Madero, ubicada en la colonia del mismo nombre.
La profesora del grupo de quinto grado grupo “A” de ese plantel educativo, María Magdalena Rojas Parra declaró que los daños que tiene el muro han permanecido desde hace cinco años, y actualmente representa un peligro inminente para los estudiantes y docentes que diariamente convergen en esa casa de estudios, así como para el resto de las familias que viven cerca del lugar.
La pared, de aproximadamente unos 50 metros de longitud está cuarteada, sus cimientos están inclinados hacia el barranco, justo debajo fue construido un paso peatonal para proteger de los vehículos a los menores de edad, mientras que los vecinos utilizan esas banquetas para entrar o salir de sus domicilios.
La educadora afirmó que el personal de Protección Civil municipal evaluó los deterioros, confirmaron el riesgo, y hasta se comprometieron a apoyar, pero incumplieron. “Vinieron y nos dijeron que iban a hacer algo, pero lamentablemente quedó en promesas, no han vuelto hasta ahora”, reprochó.
“La barda está muy vencida, en cualquier rato puede colapsar hacia la calle, y Dios no lo quiera, puede dañar a los transeúntes”, expresó la maestra María Magdalena Rojas al narrar sobre las afectaciones que presentan la obra perimetral, ubicada entre las calles Río de la Plata y avenida Francisco I Madero.
Además – agregó – existen cuatro salones que también están cuarteados desde los techos y pisos. Dos de ellos ya fueron inhabilitados como aulas debido al peligro que representa; los utilizan como bodegas; pero otro número igual, siguen siendo usados por los alumnos y docentes de la primaria, ubicada en la zona conocida como el Pozo 90 de la colonia Francisco I. Madero.
La institución ha funcionado desde hace más de 60 años, casi todas las obras con las que cuenta los han hecho con el apoyo de los padres de familia como el caso de los comedores y habilitaron sillas. En diciembre pasado, la escuela fue saqueada por los delincuentes quienes se llevaron proyectores digitales, bocinas y otros aparatos electrónicos que eran utilizados para reforzar la enseñanza de los menores de edad.