Por José Martín
León, Guanajuato.- Este martes 3 de noviembre se cumplieron dos años de que una mujer mexicana fue separada de dos hijos en Italia, presuntamente bajo tráfico de influencias y abusos de autoridad por parte de su ex esposo, un diplomático de la Unión Europea.
Se trata del caso de la señora Alma Cecilia Contreras Soto, quien desde la ciudad de León, Guanajuato, colecta de recursos económicos para pagar abogados y poder regresar a Italia con la intención de recuperar a sus hijos Massimo Sebastian Cioni y Jocelyn Guadalupe Contreras Soto, ambos menores de edad.
La mamá de los niños declaró que el gobierno mexicano no ha intervenido para recuperar y repatriar a ambos. En las últimas semanas recurrió a diputados federales y a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para solicitar apoyo, pero le negaron.
La diputada federal del V distrito, Azucena Rodríguez Zamora ha sido la única funcionaria que le ha atendido personalmente y en la Cámara de Diputados en la Ciudad de México, mientras que los legisladores de Morena, no le han respondido los mensajes de texto que les ha dejado en sus cuentas personales de las redes sociales.
Mientras tanto, Alma Cecilia afirmó que desde hace un año le impiden comunicarse con su pequeño niño Massimo, y mientras que hija Jocelyn, permanece en una hogar ajeno a la familia. Ambos están en la ciudad de L´Aquila, ubicado a dos horas de distancia de Roma, Italia.
Su ex esposo, Roberto Cioni era diplomático de la Unión Europea cuando conoció a Alma Cecilia y a su hija, en León, Guanajuato de México.
Después de unos meses formalizaron una relación sentimental hasta que la convenció de mudarse a Italia, justo cuando apenas tenía seis meses de embarazo de Massimo.
Ya en L´Aquila, desde los primeros meses comenzó la pesadilla y el infierno para Alma Cecilia y su hija. Constantemente eran agredidas verbalmente, pero al nacer Massimo empeoran las cosas para ellas, comenzaron los golpes y las lesiones físicas por parte del italiano.
La mujer, al vivir violencia intrafamiliar, le pidió a su entonces esposo que las dejara regresar a México, pero lo único que recibió fue la primer amenaza de muerte; Roberto Cioni le advirtió que mataría a su hija, al bebé y a ella, y al final, él se suicidaría si intentaban volver a León Guanajuato.
Su suegra Fiorella Vulpiani recurrió a un hospital psiquiátrico, donde trabajó por más de 40 años, para convencer a los doctores que emitieran un diagnóstico clínico en el que señalaran que Alma Cecilia tenía padecimientos mentales. La internaron durante 21 días.
Sin realizarse los estudios correspondientes, los directores del nosocomio emitieron un diagnóstico de psicosis paranoico, y con ese documento, el servicio social de aquel país determinó suspenderle sus derechos y a las pocas semanas, Jocelyn fue citada a esa misma instancia, para trasladarla a un orfanato donde sufrió bullying, racismo y fue sometida a tratamientos médicos controlados en contra de su voluntad.
En octubre del 2019, Alma Cecilia Contreras Soto logró regresar a México, pero durante varios meses padeció de depresión al tener que dejar a sus hijos porque no tenía apoyo, ni familiares en Italia. El consulado de México en aquel país, cuando pidió ayuda, solo le exhortaron que volviera con su marido y tratara de resolver los problemas maritales.
Por la red social una persona la contactó y apoyó con unos abogados para proceder legalmente en la recuperación de ambos menores. Pero hace unas semanas, el litigante abandonó el caso.
Ahora, Alma Cecilia Soto busca la intervención del gobierno mexicano para retomar el proceso jurídico que le permita recuperar a Massimo y Jocelyn, de 3 y 17 años de edad respectivamente.
«Aunque esté sola, tenga todo en mi contra y estemos cruelmente separados por la maldad de los seres humanos, por todo un país y por un océano…»
«Con la ayuda de Dios yo atravesaré mares y montañas, destruiré el mal de un gobierno y alejaré a los enemigos de sus vidas, para que ustedes amores míos Massimo y Jocelyn regresen a vivir conmigo lo más pronto posible para ser felices juntos cada día y mirar abrazados el mismo cielo»: Alma Cecilia Soto Contreras.