Explosivos fracturan más de cien casas en Tihuatlán

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Por José Martín/ GRUPO RED

Tihuatlán, Ver.- Desde paredes cuarteadas, techos agrietados y hasta pisos “quebrados”, son parte de los daños que presentan las viviendas de la comunidad Paso de El Pital. Los pobladores acusan que una empresa trituradora de piedras, ubicada en el Ejido El Águila, es la responsable de las afectaciones porque realiza detonaciones profundas para extraer el material pétreo.

Las familias se organizan para interponer una denuncia colectiva ante la Fiscalía General del Estado (FGE) para exigir un alto a las explosiones, la reubicación o reparación integral de sus casas. 

Son un promedio de 150 hogares que tienen grietas desde los cimientos hasta la loza. Los habitantes culparon a la compañía Trituradora Santa Clara (TSC) que llegó a la zona rural hace aproximadamente cinco años y desde entonces ha hecho explosiones que desencadenan desde vibraciones en el subsuelo hasta temblores entre los domicilios e incluso las réplicas se han extendido a otras localidades como Úrsulo Galván, Acontitla y La Concepción.

La señora Ana María González Hernández, una de las afectadas, declaró que, ante los deterioros que tienen varias habitaciones y a los constantes reclamos e inconformidades de las familias, los representantes del corporativo TSC argumentaron que los agrietamientos se deben a los movimientos naturales del tipo de suelo que predomina en esos lugares.

Señalando las grietas que presenta su domicilio, la vecina inconforme narró que las explosiones han sido muy fuertes, por lo que no dudó en asegurar que la trituradora es la responsable de las afectaciones ya que su patrimonio tiene una antigüedad de 30 años y jamás presentó daños hasta que comenzaron las detonaciones en el Ejido El Águila, ubicado a un kilómetro de las viviendas.

“Cada vez que detona se siente un movimiento. Al principio, cuando empezaron a detonar, parecía que era un temblor, no nos explicábamos nosotros, pero se oye el ruido, el temblor y empieza a cimbrarse los vidrios, las ventanas, la losa e inclusive las casas se mueven… a veces las explosiones son bajas, pero en ocasiones son tremendas que algunos vecinos cuentan que se les han caído pedazos de losa”, describió Ana María González quien afirmó que las explosiones que realizan cada mes no están controladas cuando no hay ninguna autoridad que los supervise o vigile, situación que los mantiene en riesgo.

El agua, de la abundancia a la escasez

A cinco años de vivir entre explosiones y temblores que les han dañado sus casas, las familias viven preocupadas porque también han comenzado a padecer escasez de agua que tenían en abundancia en sus pozos artesianos que se localizan a un costado de sus domicilios.  

Ana María González Hernández describió que, desde hace dos años aproximadamente, notaron que los niveles de sus reservas del vital líquido comenzaron a disminuir que incluso algunos mantos freáticos se secaron en su totalidad.

La afectada aseguró que fueron los propios trabajadores de la empresa Trituradora Santa Clara quienes advirtieron que los veneros se secarían al realizarse las detonaciones porque se taparían con la tierra y los escombros.

La solución que les ofreció el consorcio TSC fue introducirles líneas subterráneas para abastecerlas del líquido. Cumplió con la obra, pero los habitantes señalaron que el agua que les mandan apesta a óxido y tiene un color amarillento que les provoca desconfianza para utilizarla en sus labores domésticas, lavado de ropa, uso y aseo personal.

Ana María y junto a otros lugareños que prefirieron resguardar su identidad reconocieron que la empresa mantiene diálogos con los afectados que incluso se ha hecho cargo de resanar las paredes agrietadas, pero también reprocharon en algunas casas se han negado a reparar las losas y los pisos cuarteados argumentando que esos daños no entran en el presupuesto asignado.

Los inconformes lamentaron que la compañía les “parche” las grietas de sus viviendas cuando continúa con las explosiones profundas que nuevamente parten las paredes de block, y el peligro se apodera de los habitantes Paso de El Pital.

Pobladores alistan demanda contra TSC

Ante las constantes afectaciones que presentan sus hogares, un grupo de pobladores se organiza para interponer una denuncia ante la FGE para exigir la reparación total de las casas o en su caso la suspensión de detonaciones profundas y hasta la reubicación del consorcio Trituradora Santa Clara.

El agente municipal de Paso de El Pital, David Méndez insistió en que TSC ha respondido por los daños y que incluso ha tenido diálogo con el comisariado ejidal y las autoridades auxiliares de esa zona rural, pero también reconoció que algunos de sus vecinos están inconformes porque las fisuras, aunque las reparen, se abren nuevamente, por lo que procederán legalmente contra la responsable.

Estimó que son un promedio de 80 domicilios que presentan más daños en sus estructuras, pero existen otras propiedades que registran afectaciones menores y que no reclaman reparaciones.  

Al lugar han acudido autoridades de Protección Civil y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para inspeccionar y supervisar el manejo de los explosivos, sin embargo, las detonaciones continúan, los daños se acrecentan mientras la trituradora lucra con la explotación y venta del material pétreo que extrae de unos cerros que delimitan a Paso de El Pital y el ejido Él Águila.

TSC, especialista en dañar casas y no repararlas

Hace casi diez años, habitantes de las comunidades conocieron a la Trituradora Santa Clara. Durante casi una década extrajo piedras a unos kilómetros antes de la localidad Paso de El Pital.

Entre las zonas rurales Rancho Nuevo y Úrsulo Galván dañó un promedio de 50 domicilios, y ante los reclamos y las manifestaciones de los pobladores, la compañía abandonó el lugar para buscar asilo en Paso de El Pital, pero los lugareños le negaron los permisos de instalarse por lo que optaron con reubicarse el Ejido El Águila, sitio donde actualmente explotan el material pétreo a costa de las afectaciones en los hogares de las familias.

En 2013, los habitantes de Úrsulo Galván informaron que la agencia municipal fue derrumbada por las afectaciones que presentaba en su estructura, sin embargo, hasta la actualidad, el centro de salud, la escuela primaria y la iglesia La Guadalupana mantienen daños físicos, sin embargo, la TSC jamás se responsabilizó.