Ropa, zapatos y maderas carbonizadas, el escenario de la explosión de Pemex

0
90

José Martín

Poza Rica, Ver.- Sólo restos de ropa quemada, láminas dobladas y unos platos tendidos sobre la mesa, quedaron en los alrededores donde ocurrió la explosión de las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la colonia La Barita.

El señor Servando falleció en el transcurso de la noche del pasado martes 21 de julio a causa de las quemaduras que sufrió al ser impactado por la detonación.

Mientras que su esposa Ana Gabriela, y su hija menor de edad, Zoe Alejandra y otra familiar siguen hospitalizados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Hospital Regional de Poza Rica.

Las víctimas de la explosión presentan quemaduras de segundo y tercer grado.

A unos días de la explosión, la casa de los heridos construida de madera, palos y lonas está desolado; sobre los restos de una mesa quedaron esparcidos los pedazos de platos, vasos y los utensilios de cocina que quedaron tras ser alcanzados por el flamazo que salió de una de las tuberías de la estación receptora de condensados de Pemex.

En la copa de los árboles se observa la altura y magnitud que alcanzó el fuego tras expandirse hacia la cocina de la familia que actualmente se encuentra entre la vida y la muerte.

Las láminas de la choza quedaron dobladas, unas lonas reventaron y otros pedazos de bolsas de plástico quedaron colgados de las paredes. Hay restos de madera y pastizal carbonizados sobre el suelo.

Entre los alrededores algunos de los vecinos observaban a los trabajadores petroleros que inspeccionaban las tuberías y el sitio de donde se originó el estruendo el pasado lunes aproximadamente a las 10 de la mañana.

Vecinos desmienten a Pemex

Los vecinos de la colonia La Barita desmintieron a las versiones de Pemex; negaron que la explosión fue causado por quemar basura y robo de combustible. Señalaron que estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), novatos, fueron quienes realizaron malas maniobras al desfogar una de las líneas de la estación receptora de hidrocarburos.

Uno de los pobladores declaró que minutos antes del estallido ingresaron unos jóvenes del IPN, aparentemente sin la asesoría de los encargados de Pemex, abrieron una de las válvulas de desfogue, lo que provocó que el gas se disipara en los alrededores hasta llegar al fogón donde la familia preparaba sus alimentos.

Al momento del “flamazo”, el señor Servando, su esposa Ana Gabriela y su hija Zoe Alejandra, así como otra familiar y un amigo, se alistaban para sentarse en la mesa para desayunar, pero el fuego los quemó gravemente.

En el lugar, los pobladores, que reconocen tener invadido la propiedad de Pemex, aseguraron temer y vivir en la incertidumbre debido a que tras la explosión existen rumores de que usarán la fuerza pública para desalojarlos.


También lamentaron que ninguna autoridad municipal les ha ofrecido apoyos para enfrentar esta situación. Insistieron en que invadieron el predio por necesidad al no contar con espacios propios y dignos para sus seres queridos.