Por José Martín/ imagendelgolfo.mx
Poza Rica, Ver.- Osamentas que datan de la época prehispánica y piezas arqueológicas han sido saqueados y destruidos en las cimas de los cerros que dividen las colonias Arroyo del Maíz, Ampliación Parcela 14 y Rafael Hernández Ochoa de la ciudad de Poza Rica.
Se trata de ilícitos, que de acuerdo con los vecinos, han ocurrido durante los últimos ocho años en áreas donde localizaron vestigios arqueológicos y bases piramidales, mismos que fueron confirmados en su momento, por el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Veracruz mientras recorrían el lugar para tomar muestras e investigar los hallazgos.
A varios kilómetros de camino a pie sobre terracerías y brechas entre el monte se localizan las excavaciones que personas desconocidas han hecho para encontrar figuras y objetos prehispánicos de valor e incluso se han llevado piedras que bajo el suelo, formaban figuras circulares o rectangulares.
De manera anónima, por temor a represalias hacia su familia, un vecino de esta ciudad se ofreció a recorrer los predios para exhibir cómo los ciudadanos han extraído figuras, objetos como metates, ollas y fragmentos de piezas antiguas, los cuales, algunas yacen tiradas en el suelo, cubiertas con hojas secas de los árboles.
En una parte del cerro que separa la colonia Rafael Hernández Ochoa y la Ampliación Parcela 14 existen unas 15 excavaciones profundas, algunas recientes otras antiguas, pero en sus alrededores se encuentran unas piedras lisas y encimadas unas con otras.
A lo lejos se escuchan los motores de las máquinas que empujan los montones de basura que se entierran dentro del relleno sanitario de Poza Rica. A unos 3 kilómetros, bajo las raíces de una mata de mangos fueron descubiertos los huesos de una persona que, según los pobladores, fue enterrada en ese sitio.
Pero en otras partes del terreno, cuenta otro de los testigos, los excavadores han localizados restos óseos que presumen, también son de humanos. De manera extraoficial tienen documentado diez casos de hallazgo de osamentas, pero ninguno ha sido exhibido públicamente.
Construcciones, otra amenaza para los vestigios
Además de los saqueadores, la zona se encuentra amenazada por unas maquinarias que «rebanan» unos cerros para construir viviendas y otro grupo de personas derriba los árboles y retira la maleza. Las familias creen que el área está por ser invadida, y próximamente habitada.
En un predio particular, el propietario ha comenzado a construir y rellenó el cauce natural de escurrimientos de agua a pesar de que el INAH dictaminó que en el predio existen vestigios prehispánicos. A orillas del libramiento Oro Negro, otro dueño de terreno construye el fraccionamiento «El Paraíso».
Los inconformes consideraron que las autoridades del INAH y del gobierno municipal deben intervenir para evitar que las construcciones de nuevos sectores habitacionales destruyan más el hallazgo prehispánico que se dio a conocer desde el pasado 4 de mayo del año 2011.
También insistieron en que el Ayuntamiento debe contemplar un proyecto para rescatar, conservar y proteger las piezas arqueológicas que de acuerdo a los arqueólogos del INAH, pertenecen a la cultura totonaca y huasteca, y que son del periodo epiclasico entre los años 800 y 900.