Por José Martín
Papantla, Ver.- Desde hace más de 14 años una vivienda y las banquetas presentan daños a causa del desgajamiento de la carretera principal de la comunidad Gildardo Muñoz de Papantla.
Se trata de la propiedad del señor Odilón Hernández Núñez y de su familia, quienes viven entre paredes cuarteadas, y columnas de concreto desquebrajados por el desbordamiento del suelo y parte del acceso que comunica a los habitantes.
Los cimientos de la construcción están inclinados hacia la sala, cocina y los cuartos dormitorios de sus familiares. El techo de láminas también comienza a colapsar. El peligro es inminente.
Don Odilón Hernández declaró que las afectaciones de su hogar comenzaron durante la compactación de la tierra que una constructora realizó para reconstruir la avenida 16 de Septiembre, justo detrás de su terreno.
Pero con el transcurso de los años, las grietas se acrecentaron hasta cruzarse de un extremo a otro entre las paredes debido a que la empresa y las autoridades omitieron construir un muro de contención en la zona de pavimentación.
En la entrada del domicilio hay tramos de suelo que se han desprendido, y están a punto de caer sobre la casa de la familia Hernández. Para contener los estragos, el vecino afectado ha colocado neumáticos en un tramo del terreno, pero durante los días de lluvia, el agua se filtra de las tabiques.
Por ser el acceso principal, además de los vehículos particulares y del transporte público, la carretera es transitada por camiones materialistas que laboran en el Centro Penitenciario Federal (Cefereso) y hasta de unidades pesadas al servicio de Petróleos Mexicanos (Pemex).
En esa zona también transitan los estudiantes de la escuela primaria y secundaria que diariamente exponen su vida, ya que por el deslizamiento de la tierra, unos 25 metros de guarniciones y banquetas, así como un carril de la calle cayó al barranco.