Diplomático italiano arrebata los hijos de una mexicana

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  • La mujer mexicana requiere reunir 66 mil pesos para pagar a los abogados que le prometen recuperar a Massimo y Jocelyn
  • El número de cuenta para enviar apoyo económico es 60941327470638 y la clave interbancaria es 127225013274706380

Por José Martín

Poza Rica, Ver.- Bajo el sol o la lluvia,  Alma Cecilia Contreras Soto recorre las calles y viviendas de la ciudad de León, Guanajuato para recaudar donativos que requiere para recuperar a sus dos hijos que le arrebataron en Italia bajo tráfico de influencias y abusos de autoridad por parte de un diplomático de la Unión Europea que fue su ex esposo.

La señora Alma necesita reunir 66 mil pesos para pagar los honorarios de un grupo de abogados que litigan estos casos a nivel internacional, y que le han dado esperanzas de que su hija e hijo los regresen a México.

Desde hace casi diez días que a Contreras Soto le impiden comunicarse con su pequeño niño Massimo, y mientras que a su hija Jocelyn, desde hace tres semanas no le permiten ver a su hermanito, ni contactarse vía telefónica. Ambos están en la ciudad de L´Aquila, ubicado a dos horas de distancia de Roma, Italia.

Su ex esposo, Roberto Cioni era diplomático de la Unión Europea cuando conoció a Alma Cecilia y a su hija.

Ahora le quedan menos de seis meses para que, por la vía legal, luche para recuperar a sus hijos Massimo y Jocelyn, de 3 y 17 años de edad respectivamente, que actualmente el niño vive en casa de su papá y su abuela paterna, mientras que la joven fue enviada a otro domicilio donde sufre de maltrato, racismo y agresiones físicas.

Italia, el infierno para la familia mexicana

Antes de conocer a Roberto Cioni, Alma Cecilia Contreras era madre soltera que vivía felizmente con su hija, Jocelyn  en León, Guanajuato.

Después de algún tiempo de conocer al italiano, comenzaron una relación sentimental hasta que la convenció de mudarse a Italia, justo cuando apenas tenía seis meses de embarazo de Massimo.

Ya en L´Aquila, desde los primeros meses comenzó la pesadilla y el infierno para Alma Cecilia y su hija. Constantemente eran agredidas verbalmente, y al nacer Massimo empeoraron las cosas para ellas, ya que comenzaron los golpes y las lesiones físicas.

La mujer, al vivir violencia intrafamiliar, le pidió a su entonces esposo que las dejara regresar a México, pero lo único que recibió fue la primer amenaza de muerte; Roberto Cioni le advirtió que mataría a su hija, al bebé y a ella, y al final, él se suicidaría si intentaban volver a León Guanajuato.

“Estábamos aisladas, incomunicadas y encerradas. No conocíamos la lengua italiana, no podíamos pedir ayuda, y pues así pudimos soportar las agresiones, de violencia, cada vez un poquito más fuerte hacia mí. Agredía a mi hija verbalmente también”, narró la señora Alma Cecilia entre voz entrecortada por sus lágrimas, y dolor de madre.

Ante la violencia que vivía con su esposo le pidió ayuda a su suegra Ciorella Vulpiani, pero también la amenazó que no le permitiría que dejara Italia con su nieto recién nacido. Durante dos años soportó los maltratos y las agresiones físicas.

Pero un día, mientras su marido se encontraba en África, por cuestiones laborales, Alma Cecilia Contreras aprovechó para interponer una denuncia por violencia intrafamiliar para tratar de resolver los conflictos y ella poder regresar a México.

Su suegra se enteró de la acusación, y durante un percance de tránsito que tuvo mientras se dirigía a comprar la despensa, aprovechó para vengarse. La policía de ese país la detuvo argumentando que era una revisión de rutina, pero le solicitaron sus papeles, desde su pasaporte hasta su permiso de conducir, documentos que no tenía.

Para salir del problema que tenía con los policías, Alma Cecilia contactó a Roberto Cioni que se encontraba en otro país, pero en vez de apoyarla, la acusó que tenía problemas mentales, que sufría de paranoia, delirios de obsesión y que se encontraba bajo tratamientos médicos.

Y mientras su suegra Ciorella Vulpiani recurrió a un hospital psiquiátrico, donde trabajó por más de 40 años, para convencer a los doctores que emitieran un diagnóstico clínico en el que señalaran que Alma Cecilia tenía padecimientos mentales y así evitar problemas con las autoridades. Con ese documento, la internaron durante 21 días.

Sin realizarse los estudios correspondientes, los directores del nosocomio emitieron un diagnóstico de psicosis paranoico, y con ese documento, el servicio social de aquel país determinó suspenderle sus derechos y a las pocas semanas, Jocelyn fue citada a esa misma instancia, para trasladarla a un orfanato donde sufrió bullying, racismo y fue sometida a tratamientos médicos controlados en contra de su voluntad.

Desde entonces solo les permitían verse dos horas a la semana y por separado. Así vivieron durante casi un año en Italia.

En octubre del 2019,  Alma Cecilia Contreras Soto logró regresar a México, pero durante varios meses padeció de depresión al tener que dejar a sus hijos porque no tenía apoyo, ni familiares en Italia. El consulado de México en aquel país, cuando pidió ayuda, solo le exhortaron que volviera con su marido y tratara de resolver los problemas maritales.

Facebook, la esperanza entre la tragedia

Entre la pesadilla que vivió, y la impotencia de no tener a sus hijos a su lado, Alma Cecilia Contreras Soto de 37 años de edad, decidió publicar su historia en la red social facebook  para dejar su testimonio entre los cibernautas.

Pero un día normal, una señora la contactó para ofrecerle ayuda y poder empezar a luchar, por la vía legal, para recuperar a sus dos hijos.  Esta persona pagó los primeros 66 mil pesos para comenzar con las primeras investigaciones del caso en Italia.

Fue como contrató al grupo de abogados que tratan este tipo de casos a nivel internacional. Una vez que analizaron el caso, los licenciados le dieron la esperanza de haber argumentos legales para ganar el litigio y poder regresar a los dos menores de edad a México.

Pero para formalizar la contratación de los servicios de los litigantes, Alma Cecilia tiene que pagar otros 66 mil pesos para revocar las sentencias condenatorias que el juez italiano emitirá por vencimiento de plazos para proceder con los reclamos legales.

A través de las redes sociales, la señora Alma Cecilia ha podido compartir su historia en varios estados de México, e incluso ya ha recibido transferencias económicas de otros países. Todos los días sale a las calles de León Guanajuato para reunir la cantidad de dinero que requiere para luchar por sus hijos Massimo y Jocelyn.