Discapacitado y sin pensión, convalece ex policía intermunicipal

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Por José Martín

Poza Rica, Ver.- Desempleado, sin pensión y agonizando en una cama hospitalaria se encuentra Jorge Emilio Díaz Luna, quien fuera elemento de la Policía Intermunicipal Poza Rica – Tihuatlán – Coatzintla (PIPTC).

Hace casi tres meses se plantó en las oficinas de la Secretaría de Bienestar, ubicada en la colonia Palma Sola, para pedir nuevamente apoyos del gobierno federal, ya que desde que fue despedido de la Secretaría de Seguridad Públicas (SSP), en 2015, no halló empleo y tampoco lo liquidaron.

Ante la falta de recursos económicos, Jorge Emilio, de 49 años de edad, no pudo pagar los gastos médicos y comprar sus medicamentos para contrarrestar los estragos que le causaba la diabetes mellitus tipo 2; enfermedad que actualmente le está consumiendo sus extremidades del cuerpo.

Hace unos meses le amputaron la mano derecha, y le cercenaron uno de sus dedos de la mano izquierda. Ya perdió la vista completamente. Ya anteriormente le cortaron el pie izquierdo a causa de las complicaciones del padecimiento crónico degenerativo.

En la actualidad permanece internado en la cama número 134 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con serios problemas de salud, y para sobrevivir requiere de hemodiálisis para eliminar artificialmente las sustancias tóxicas de la sangre, retenidas por insuficiencia renal.  

Pero para recibir los servicios médicos su familia tuvo que pagar un seguro en el IMSS, ya que el Hospital Regional de Poza Rica le suspendió la atención, situación que le complicó aún más controlar la diabetes.

Jorge Emilio Díaz fue elemento de la Policía Intermunicipal Poza Rica – Tihuatlán – Coatzintla (PIPTC) hasta el 2015, cuando fue despedido presuntamente de forma injustificada por parte de la administración del ex gobernador priista, Javier Duarte de Ochoa.  

Además de él, casi 400 personas más fueron despedidos de la SSP de Veracruz, pero menos de 100 ex elementos mantienen la lucha para que las autoridades estatales les apoyen con una indemnización justa que les ayude a sobrevivir en los siguientes años.